PR-CV24 Quatretondeta – Pla de la Casa
Descripción:
Partiremos de Quatretondeta, por la carretera de Facheca, CV-754, y la abandonaremos de inmediato por un camino que se inicia por la derecha, Camí dels Clots, en dirección SE (panel informativo y señalización vertical de los senderos PR-CV 23 y PR-CV-24). Sobrepasado el depósito de agua del pueblo llegaremos a una bifurcación junto a una centenaria encina, de singular porte. Giraremos por el camino de la izquierda al tiempo que podremos observar la impresionante cara norte de La Serrella con sus singulares formaciones rocosas de afiladas y enhiestas agujas, llamadas Els Frares. Proseguiremos el suave ascenso, entre cultivos tradicionales de almendros y olivos, llegando seguidamente a la Font de l’Espinal, donde hay un panel informativo de la microrreserva de flora existente en la zona y de Els Frares de Quatretondeta.
Desde la fuente continuaremos por un sendero que, serpenteante, se eleva en fuerte subida hacia el Barranc Fondo. Al comienzo discurre entre denso pinar y continúa flanqueando un tramo de abundantes pedregales. En esta zona, elevada y abrupta, podremos contemplar algún bosquecillo de encinas, así como ejemplares diseminados de arces, fresnos y hayas; la hiedra, al mismo tiempo, aparece recubriendo los umbríos paredones rocosos.
La senda se adentra en la margen izquierda del barranco, que lo remonta en trazado aéreo y vertiginoso. Así llegaremos a la Font Roja, de excelente agua, junto a la que se encuentran una caseta de captación y regulación del agua del cercano manantial (que es canalizada hasta el depósito de Quatretondeta), con abrevadero y mesas de madera que invitan al descanso. En este punto se enlaza con el PR-CV 182: Facheca – Pla de la Casa.
Aquí rehusaremos el sendero que, cruzando el barranco (N), se dirige hacia Facheca (PR-CV 182). Nosotros tomaremos el camino que parte desde la fuente en componente sur y llegaremos de inmediato al punto de separación del PR-CV 23, que continúa recto por el camino hacia Benasau y que rehusaremos.
Deberemos girar a la izquierda y seguir un senderillo que, entre pinos, nos conducirá hasta el amplio collado de Borrell (o Bardals), con magníficas vistas, hacia levante, del Pla de la Casa y la Mallada del Llop.
Continuaremos por un sendero que, hacia el norte, asciende fuertemente por los interminables canchales que se desploman desde lo alto de Les Penyes de Borrell. La subida es dura y fatigosa. En algún descanso, al tiempo que nos reponemos del esfuerzo realizado, podremos apreciar hacia poniente la gran hendidura del barranco, sobre la que se yerguen las poderosas cumbres de L’Heura y La Serrella. El sendero va girando hacia el este mientras suaviza progresivamente la pendiente y llega a un herboso altiplano donde abunda el cojín de pastor y la salvia, entre otras especies protegidas y en fase de recuperación. A nuestra izquierda, a unos cien metros del sendero, se encuentra el Clot del Pla de la Casa, amplio agujero casi imperceptible en nuestros días, en el que se depositaba y almacenaba la nieve cubriéndola rústicamente con palos y ramas para su conservación y posterior comercio. En la actualidad, entre el abundante pedregal que rellena el ventisquero, sobresale un ejemplar de arce como queriendo delatar la presencia de este modesto testigo de la desaparecida industria de la nieve (punto directriz 9 para su localización).
Seguiremos llaneando por el senderillo hasta llegar a la nevera del Pla de la Casa, en un paradisíaco enclave al pie de la cumbre.
Solo nos queda remontar los últimos escarpes cimeros y, tras pasar junto a las ruinas de lo que fue una antigua torre de vigía de origen musulmán, el castillo de Queroles, trepar hasta la puntiaguda cumbre del Pla de la Casa, desde donde, más allá de los farallones ciclópeos que nos circundan, podremos disfrutar de una visión realmente extraordinaria hacia todos los puntos cardinales (6.120 m) (2 h 30 min).