Historia

Carrícola tiene su origen en una antigua alquería islámica. Después de la conquista cristiana, la alquería musulmana de Carrícola fue donada por Jaime I al caballero catalán Ramon de Timor. El nuevo propietario edificó el castillo, que desde 1257 preside Carrícola como símbolo del nuevo poder feudal establecido. A lo largo del tiempo, Carrícola pasó por distintas manos. Jaime I la donó a Berenguela Alfonso en 1270 y, posteriormente, al Obispado de València. En 1477 se creó la baronía de Carrícola (cardenal Mila i Borja) y después pasó a formar parte del marquesado de Albaida.

En su casco urbano se distinguen diferentes modelos de viviendas que, a pesar de la diferenciación social de la época, conservan una tipología básica que se repetirá prácticamente en algunos edificios. El modelo constructivo es el de una casa vinculada a la vida rural, de una o dos plantas. Destacan en algunas fachadas los paneles cerámicos devocionales, así como los balcones con peana de piedra y rejas de forja, evidenciando el estatus económico de la familia que la habitaba. Hoy en día la mayoría de las casas se han reformado para adaptarse a las necesidades actuales.

Con la llegada del turismo rural, Carrícola apostó fuerte por él, ya que podía ofrecer ciertos encantos por su situación privilegiada a los pies del Benicadell, su patrimonio, su historia, sus costumbres, gastronomía, fiestas y tradiciones, así como la huerta con cultivos ecológicos y la tranquilidad que hoy en día es difícil encontrar en las grandes ciudades.

Castillo de Carrícola

Una referencia documental en el año 1259 nos da a entender que la torre fue edificada por los habitantes musulmanes de Carrícola con técnicas hispanomusulmanas de encajonado de tapia, pero con el patrón constructivo propio de una fortaleza feudal, con su patio y la torre del homenaje. La iniciativa fue del caballero catalán Ramon de Timor.

Arcadas

Destacan las tres arcadas de la Font del Gatell, la del Barranc de les Passeres y la del Barranc de l’Arcada. Las tres construcciones están realizadas en fábrica de mampostería y con el cajero de la acequia antiguamente hecho de tapia. La arcada de la Font del Gatell es la más pequeña de las tres. La más larga es la situada cerca del Barranc de les Passeres y está estructurada en dos arcos rebajados de diferente tamaño. La tercera, localizada en pleno Barranc de l’Arcada, de un solo ojo, es la más alta.

La ermita del Cristo del Calvario

Está situada a los pies de la sierra y al borde del Barranc del Castellet, presidiendo la parte alta de la población. La subida al calvario, a la sombra de los cipreses, está conformada por un conjunto de catorce capillas que representan la pasión con azulejos valencianos. La ermita es una pequeña construcción con una estructura sencilla hecha de mampostería y cubierta por un tejado a dos aguas de tejas árabes. El interior abre una hornacina donde se sitúa la imagen del Cristo del Calvario, una escultura de madera policromada, posiblemente del siglo XIX, que representa a Jesús crucificado.

Iglesia de San Miguel Arcángel

Antigua mezquita convertida en iglesia cristiana y consagrada a Miguel Arcángel en el año 1572. La planta actual del edificio consta de dos naves estructuradas en cuatro tramos, cubiertos con bóveda de cañón, que dejan las capillas laterales entre los contrafuertes. En la entrada se encuentra un coro alto, y a la derecha, el campanario de dos cuerpos. En el interior destaca el altar mayor, de estilo neoclásico, presidido por la imagen de san Miguel Arcángel, patrón de los carricolinos y titular de la iglesia. Se trata de una escultura de estilo barroco de madera policromada de finales del siglo XVIII.