En los núcleos habitados destaca la sencilla iglesia de Sacañet, dedicada a san Isidro Labrador, y el horno moruno, así como la fuente del Parque. En Canales destaca la iglesia dedicada a santa Bárbara.
Las alturas de más de 1.000 y 1.200 m a las que se encuentran y su clima continental, extremo en invierno con fuertes vientos y nevadas, hicieron de las montañas de Sacañet y Canales el lugar ideal para almacenar nieve. Hoy, estas montañas nos descubren un patrimonio cultural único de gran valor, situándose en ellas 47 ventisqueros, entre los cuales destaca el gran ventisquero de los Frailes, que fue construido en el 1769 por monjes de la cartuja de Portaceli. Los ventisqueros son paredes de hasta 4 metros de espesor, de forma redondeada o de arco con hasta 30 metros de diámetro, que, construidos sobre los barrancos, tenían la función de acumular la nieve durante el invierno para abastecer de hielo a las ciudades próximas de València, Llíria o Segorbe durante el verano. Es la mayor concentración de todo el Mediterráneo.
El principal atractivo de Sacañet es su paisaje y naturaleza. Sobresale con voz propia el monte La Bellida, que, con una altitud de 1.334 m, domina el paisaje y permite una espléndida vista panorámica sobre los cuatro puntos cardinales, pudiéndose observar el mar Mediterráneo.
La vegetación presente es de una riqueza sorprendente gracias al microclima que conforman las densas nieblas y abundantes nevadas y lluvias del invierno. Presenta especies autóctonas como el enebro, la sabina albar o la sabina negra. Es uno de los puntos más próximos al mar donde se pueden encontrar de manera espontánea pinos como el albar, negral o rodeno.
Otro atractivo paisajístico es el Prado del Canal, situado a 1.450 m de altitud, donde un verde pinar separa el prado de la alta pared rocosa del monte La Salada, donde anidan los gavilanes y que, en su vertiente sur, en la loma de El Resinero, a 1.485 m de altitud, encontramos huellas de la Guerra Civil española.
Destacan también las lagunas del llano de Sacañet, importante zona húmeda de la Comunitat Valenciana.
El agua está presente en estas altas tierras con el río Canales, que nace en la Fuente de la Salada, afluente del Palancia, o la Rambla de Artaj, afluente del Turia, que nace en la Fuente de la Carrasca, donde encontramos árboles monumentales, como una carrasca más que centenaria o el pino de la Gabarda, que cumplían su misión de orientar a los caminantes entre las fuertes nevadas.
Otros lugares como la Fuente de los Gices, las Tejas o las Salinas, o la zona recreativa del Pozanco, son visitas que no deben perderse.
En los alrededores de la población encontramos varias simas y cuevas, como la sima del Guillamón, la Cueva de la Murciénaga o la Cueva del Pueblo, situada a escasos metros de la población.